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PISA: el campeonato mundial de educación en el que Colombia aún no queda bien clasificada 

Como si Colombia estuviera participando en un mundial de fútbol, la reciente publicación de los resultados de las pruebas PISA 2022 (Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes), puso en la mira a los directores, entrenadores y jugadores de 81 nacionalidades. Los participantes y espectadores debieron revisar los pormenores de cuáles han sido las estrategias, cuáles los aciertos, errores y el porqué de los resultados de la educación representada en jóvenes estudiantes quinceañeros.  Y es que, a Colombia, los números no le favorecen.   La muestra fue de 7.804 estudiantes de instituciones educativas públicas y privadas, tanto de zonas urbanas como rurales. 

En las tres categorías: Matemáticas, Ciencias y Lectura los resultados de la evaluación indican que Colombia sigue muy por debajo del promedio mundial. En matemáticas, por ejemplo, sólo un 29% de los estudiantes alcanzan las competencias básicas (nivel 2); en Lectura y Ciencias el 49% alcanzan el mismo nivel 2, de los 5 niveles a los que se puede aspirar.  

 ¿Cuánto tiempo tardará el país en conquistar los niveles superiores con la mayoría de los estudiantes?, ¿cuáles serán las estrategias para alcanzarlo? y, en últimas, ¿se podrá llegar allí? Son algunas de las preguntas para reflexionar. En 3 años se volverá a presentar esta prueba. 

En el panorama mundial, lo lidera Singapur con 575 puntos por encima del promedio en matemáticas, 543 en lectura y 575 en ciencias.  Ver tabla general 

En educación y en la mayoría de los procesos en la vida, se requiere tiempo para crecer y florecer. En nuestro símil con el fútbol, las naciones han tardado años en consolidarse como potencia y requieren de tiempo largo en entrenamiento, mejoras y cambios de entrenadores y directivos.  En nuestro ejemplo, no podemos seleccionar los jugadores, todos los estudiantes menores a quince años serán candidatos para que sean evaluados en esta prueba.   

Parecería absurdo, pero estar al día en el mejor desempeño en los últimos niveles podría, en el más optimista de los casos, tomar más de una década, si se empieza desde ya con los de primera infancia.  Esto suponiendo que los recursos estén garantizados, tanto financiera (presupuesto) de infraestructura (colegios, observatorios de investigación, contenidos, tecnología); y el más importante el capital humano (docentes formados y entrenados, y directivos calificados), que se pongan diariamente en el salón de clase y en el colegio la camiseta por la educación.   

Sudar la camiseta deberá ser una pasión nacional y un compromiso personal de cada uno de los actores que participan en equipo por la educación de los colombianos, por encima de los intereses políticos de los gobernantes de turno, pues supone una mirada de corto, mediano y largo plazo.  

Es bien sabido que cualquier evaluación implica una clara competencia de lectura, y especialmente de comprensión lectora. El desempeño de los estudiantes en el aprendizaje de cualquier asignatura está mediado por esta competencia. Así que, garantizar desde los primeros años escolares, y por qué no, desde el hogar el acceso a los libros leídos, a compartir con los estudiantes todas las estrategias pedagógicas para la lectura y así elevar su nivel.  Los colegios con una orientación clara del plan lector podrán potenciar las habilidades básicas comunicativas: hablar, escuchar, escribir y leer.  

En la táctica para leer van bien el ejemplo, los incentivos a los niños y estudiantes, en procurar lecturas que sean atractivas para su formación integral. 

Contar con un equipo docente formado, preparado, entrenado en pedagogía, en las metodologías para el aprendizaje y en la excelencia académica en cada una de sus especialidades será la bandera más alta.  El resultado de los estudiantes se verá en la calidad de sus profesores, quienes apoyados por el equipo Directivo y las familias lograrán las metas esperadas. Los incentivos para los docentes requieren aumentar sus ingresos económicos y el reconocimiento social. 

Tras cada partido, los equipos de fútbol analizan las jugadas, las técnicas y estrategias de cada una de las posiciones en la cancha para estar siempre listos; de igual manera, en este mundial por la educación servirá analizar, aprender y desaprender de los demás países para lograr un partido de gran final y levantar la copa de campeones. 

Pueden sonar románticas o imposibles estas tres estrategias, que sin duda en algunas instituciones o regiones ya se vienen trabajando, pero son uno de los caminos sabidos a recorrer en la pasión por la educación, cuando se esperan los mejores resultados.

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